El título debió ser "CRECIO UN 50% LAS DENUNCIAS SOBRE ABUSO SEXUAL DE MENORES"...es muy difícil saber a ciencia cierta si los casos aumentan o disminuyen ya que, como todos sabemos son muchos los que permanecen en silencio por años y otros por toda la vida. Lo bueno sería que ante cualquier sospecha indaguemos y actuemos cada uno desde nuestro rol, sea este parental, social, educativo o judicial.
"Jamas olvidaré la carita de Maria, quien por entonces con apenas 9 años nos manifestó con sus ojos impregnados de lágrimas que sufria maltrato por parte de su padrastro, y sin animarse a confidenciarnos de ser QUIZAS tambien violada, nos contaba que él se metía en su cama y la tocaba. Pudimos corroborar en la misma escuela las marcas de la violencia en su cuerpo... Acompañamos a María a la sala de primeros auxilios..el medico de guardia, comprobó las marcas del dolor silencioso... luego se acercó a nosotros y nos dijo que elevaría la denuncia al Juez de Menores. Asi lo hizo, se armó toda una "movida"...el padrastro debía abandonar la casa de la niña...La casa estaba justo en frente a la Comisaría, llevó dias para que este señor la dejara. No sabemos con exactitud qué ´fundamentó que el tipo al cabo de pocos dias volviera a instalarse allí. Han pasado años y todo sigue igual...María sostiene su odio hacia el padrastro, pero está sola y lo que es peor, pareciera que nadie le creyó o le cree, ni su madre quien siempre dijo que se trataba de un invento más de su hija, ni el juez que no realizó el seguimiento del caso. MUCHOS CHICOS ESTAN SOLOS. TE HABIAS DADO CUENTA?
.jpg)
domingo, 24 de febrero de 2008
CRECIO UN 50% EL ABUSO SEXUAL A MENORES?
En la provincia de Buenos Aires: mayormente, los niños son víctimas de familiares
Creció 50% el abuso sexual de menores
El incremento de las denuncias se registró en un año; en las comisarías bonaerenses se presentan cuatro casos por día
LANACION.com | Información general | Domingo 24 de febrero de 2008
sábado, 16 de febrero de 2008
DERECHO A LA EDUCACION
Hace 20 años que junto a mi flia. Somos padrinos de la Esc.256 en Pampa Guanaco, Chaco.
En un principio eran padrinazgos individuales y llegamos a tener 7 ahijados. Aunque siempre apoyamos a toda la escuela, pasamos más tarde a hacernos cargo de la totalidad del alumnado, como es en la actualidad.
En primer lugar, el hoy llamado asistencialismo: calzado, útiles, refrigerio, ropa ,etc. Luego las necesidades puntuales del establecimiento.
Tuvimos la posibilidad de viajar varias veces, y es allí donde se empezó a notar el gran cambio.
Hablábamos con los papás, de sus problemas y de los nuestros, les mostramos nuestro afecto y confianza en ellos y ese trato se hizo recíproco, Los papás necesitaban contactarse con nosotros y debían saber escribir. Recordemos que no corrían los tiempos de la telefonía actual y el teléfono más cercano estaba a 70 km.
Funcionaba en la escuela un curso vespertino de alfabetización para adultos , y fue allí donde Aurelia Martínez y otros padres escribieron sus primeras letras. Todavía recuerdo y guardo en mi archivo su primera carta .Me pedía entre otras cosas un costurero completo, algunos medicamentos y otros elementos, y me contaba como estaban por ese entonces sus 11 hijos.
Erminda , Patricia e Isabel fueron mis primeras ahijadas a quienes hoy ,ya adultas seguimos contactando con asiduidad .Aprendieron que necesitaban estudiar , saber, tener inquietudes, no solamente leer y escribir.
Terminada la escuela primaria rural, apoyamos a dos de ellas a iniciar la secundaria en el pueblo. No había becas ni tutorías, pero nos la arreglábamos entre todos,(mi flia.,el director de la escuela, el intendente………)No terminaron , ya que el embarazo adolescente tan común lamentablemente en esas zonas, se los impidió, pero pasaron 3 años de esa etapa y supieron de que se trataba. Y de la importancia de la educación para vivir mejor.
Hoy Isabel tiene 33 años y 4 hijas. Fueron también nuestras ahijadas en su paso por la misma escuela que su mamá. En APAER dicen que son mis ahijadas –nietas. La mayor de ellas, Claudia, está cursando el último año del polimodal en el pueblo con altísimas notas y medalla de honor .Escribe poemas muy hermosos y quiere entrar a la Universidad.
Patricia y Erminda, aprendieron a usar la computadora y han trabajado en la municipalidad.
Los 6 hijos de Aurelia (tan humilde como hace 20 años) aun en en edad escolar tienen la férrea determinación de su mamá , de terminar la escuela secundaria.Y estoy convencida de que lo lograran. Desde ya saben siempre que cuenta con nosotros.
Y creo que ese ha sido el único secreto.
Este relato podría parecer un cuento. Les aseguro que cuando empezamos en APAER no nos imaginamos que podríamos llegar tan lejos.
Por supuesto que sin docentes abnegados, buenos planes de estudio , becas, tutorías , etc. no sería posible el camino de la educación que todos deseamos,.
Pero el aporte del padrinazgo, no solo en su fase asistencialista sino en el aspecto humano(escucharlos, tenerlos en cuenta, quererlos) es importantísimo para evitar la deserción escolar y el logro de las metas educativas que hoy se plantean.
En un principio eran padrinazgos individuales y llegamos a tener 7 ahijados. Aunque siempre apoyamos a toda la escuela, pasamos más tarde a hacernos cargo de la totalidad del alumnado, como es en la actualidad.
En primer lugar, el hoy llamado asistencialismo: calzado, útiles, refrigerio, ropa ,etc. Luego las necesidades puntuales del establecimiento.
Tuvimos la posibilidad de viajar varias veces, y es allí donde se empezó a notar el gran cambio.
Hablábamos con los papás, de sus problemas y de los nuestros, les mostramos nuestro afecto y confianza en ellos y ese trato se hizo recíproco, Los papás necesitaban contactarse con nosotros y debían saber escribir. Recordemos que no corrían los tiempos de la telefonía actual y el teléfono más cercano estaba a 70 km.
Funcionaba en la escuela un curso vespertino de alfabetización para adultos , y fue allí donde Aurelia Martínez y otros padres escribieron sus primeras letras. Todavía recuerdo y guardo en mi archivo su primera carta .Me pedía entre otras cosas un costurero completo, algunos medicamentos y otros elementos, y me contaba como estaban por ese entonces sus 11 hijos.
Erminda , Patricia e Isabel fueron mis primeras ahijadas a quienes hoy ,ya adultas seguimos contactando con asiduidad .Aprendieron que necesitaban estudiar , saber, tener inquietudes, no solamente leer y escribir.
Terminada la escuela primaria rural, apoyamos a dos de ellas a iniciar la secundaria en el pueblo. No había becas ni tutorías, pero nos la arreglábamos entre todos,(mi flia.,el director de la escuela, el intendente………)No terminaron , ya que el embarazo adolescente tan común lamentablemente en esas zonas, se los impidió, pero pasaron 3 años de esa etapa y supieron de que se trataba. Y de la importancia de la educación para vivir mejor.
Hoy Isabel tiene 33 años y 4 hijas. Fueron también nuestras ahijadas en su paso por la misma escuela que su mamá. En APAER dicen que son mis ahijadas –nietas. La mayor de ellas, Claudia, está cursando el último año del polimodal en el pueblo con altísimas notas y medalla de honor .Escribe poemas muy hermosos y quiere entrar a la Universidad.
Patricia y Erminda, aprendieron a usar la computadora y han trabajado en la municipalidad.
Los 6 hijos de Aurelia (tan humilde como hace 20 años) aun en en edad escolar tienen la férrea determinación de su mamá , de terminar la escuela secundaria.Y estoy convencida de que lo lograran. Desde ya saben siempre que cuenta con nosotros.
Y creo que ese ha sido el único secreto.
Este relato podría parecer un cuento. Les aseguro que cuando empezamos en APAER no nos imaginamos que podríamos llegar tan lejos.
Por supuesto que sin docentes abnegados, buenos planes de estudio , becas, tutorías , etc. no sería posible el camino de la educación que todos deseamos,.
Pero el aporte del padrinazgo, no solo en su fase asistencialista sino en el aspecto humano(escucharlos, tenerlos en cuenta, quererlos) es importantísimo para evitar la deserción escolar y el logro de las metas educativas que hoy se plantean.
EDUCACION PARA TERMINAR CON EL HAMBRE- Mapa de los que luchan contra el hambre
Nuestro país, 330.000 familias no tienen garantizado su alimento. Cada día, los que pueden, lo salen a buscar. A pedir o a mendigar. La característica de los hambrientos es su invisibilidad. Son muchos, pero no los vemos en nuestra vida cotidiana. Hay que levantar la mirada, hay que verlos y buscarlos. Hay que prestarles atención.
Creemos que podemos llegar con algún tipo de ayuda a unas 44.000 familias empobrecidas e indigentes. Necesitamos saber dónde viven también todas las demás.
Del “mapa” en sí mismo…
En estos 37 rincones de la Argentina encontramos a quiénes combaten cada día, el hambre y la pobreza extrema.
A través de ellos, sabemos hasta este momento, cómo llegar hasta 6.394 chicos argentinos en situación de abandono. Y también podemos colaborar con 1.752 adultos y personas mayores, que no tienen su comida diaria garantizada. En total 8.146 pobres.
Saber dónde viven para poder llegar hasta su casa
Ahora sabemos dónde están y quiénes son. Y ahora también sabemos cómo llegar hasta ellos. Conocemos el camino hasta esos lugares tan poco visibles y tan postergados. Empezamos el intento de consolidar ese camino, de transitar ese recorrido, para transformar esa realidad que está al final de cada una de estas rutas.
De los que están junto a los más pobres
Este diseño pretende ser también un homenaje a las heroínas y héroes que a diario combaten el flagelo del hambre y la pobreza viviendo y conviviendo con los más olvidados.
Ellos nos dicen dónde están.
Ellos no muestran el camino.
Nuestra admiración. Y nuestra ayuda…
Juan Carr http://weblogs.clarin.com/estas/
Creemos que podemos llegar con algún tipo de ayuda a unas 44.000 familias empobrecidas e indigentes. Necesitamos saber dónde viven también todas las demás.
Del “mapa” en sí mismo…
En estos 37 rincones de la Argentina encontramos a quiénes combaten cada día, el hambre y la pobreza extrema.
A través de ellos, sabemos hasta este momento, cómo llegar hasta 6.394 chicos argentinos en situación de abandono. Y también podemos colaborar con 1.752 adultos y personas mayores, que no tienen su comida diaria garantizada. En total 8.146 pobres.
Saber dónde viven para poder llegar hasta su casa
Ahora sabemos dónde están y quiénes son. Y ahora también sabemos cómo llegar hasta ellos. Conocemos el camino hasta esos lugares tan poco visibles y tan postergados. Empezamos el intento de consolidar ese camino, de transitar ese recorrido, para transformar esa realidad que está al final de cada una de estas rutas.
De los que están junto a los más pobres
Este diseño pretende ser también un homenaje a las heroínas y héroes que a diario combaten el flagelo del hambre y la pobreza viviendo y conviviendo con los más olvidados.
Ellos nos dicen dónde están.
Ellos no muestran el camino.
Nuestra admiración. Y nuestra ayuda…
Juan Carr http://weblogs.clarin.com/estas/
viernes, 8 de febrero de 2008
EL DERECHO A SER ESCUCHADO- La Escuela y la Educación de los sentimientos
En una sociedad que vive profundos procesos de transformación social y cultural que ponen en crisis todos los ámbitos de vida de los individuos, ¿qué puede y debe hacer la escuela de hoy?
En un colegio italiano un chico de 17 años asesina con una navaja suiza a su ex novia de 16. Este hecho pudo suceder en cualquier institución educativa de muchos países. La violencia en la sociedad es también violencia en la escuela. Pero cuando implica a jóvenes menores de edad el hecho conmociona a la opinión pública. Frente al acontecimiento hay dos posturas radicalmente opuestas. Una es el silencio. La expresa muy bien la vicedirectora del establecimiento italiano (y muchos otros comentaristas) cuando dice lapidariamente: "frente a semejante tragedia, no hay nada que podamos decir". Sin embargo, muchos son los que opinan, interpretan, explican, es decir: construyen el hecho.
El sentido común se inclina a buscar culpables. ¿Quién tiene la culpa? ¿El chico asesino? ¿Sus padres? ¿Las autoridades y profesores del colegio no tienen alguna responsabilidad en el asunto? El tema de la culpa puede llevar a preguntas equivocadas. Tratándose de menores, más que condenar es preciso buscar explicaciones, interpretaciones. Como hecho individual que compromete a personas concretas y únicas es probable que no tenga explicación. Una acción de tal gravedad quizá nunca sea develada en su verdad completa. Siempre estará rodeada de ese fondo de misterio que envuelve a tantas cosas importantes de la vida de los seres humanos.
Pero la violencia juvenil entre pares es también un hecho social. No ocurre sólo una vez; ha ocurrido muchas veces en el pasado, y probablemente vuelva a ocurrir en el futuro. Como fenómeno social se traduce en porcentajes y frecuencias; tiene una lógica, es decir, no es una realidad completamente arbitraria. El análisis social puede encontrar asociaciones, regularidades, factores vinculados, circunstancias típicas. Por eso resultan interesantes otras preguntas como las que al respecto formuló el filósofo Umberto Galimberti* al reflexionar acerca del silencio como actitud típica de los docentes del establecimiento donde ocurrió el hecho. ¿Es posible que los profesores que comparten cada día del año escolar alrededor de cuatro horas con los chicos no lleguen a conocerlos más que como alumnos de sus respectivas materias, sin siquiera intuir qué es lo que tienen o no tienen en su cabeza y en su corazón? Vale la pena reproducir textualmente el razonamiento de Galimberti:
"Los profesores entran a clase. Pero, ¿miran realmente a estos muchachos a la cara? ¿Los miran uno por uno? ¿Los llaman por su nombre? ¿O sólo por su apellido cuando les toman examen?
¿Saben que los jóvenes con los que día a día trabajan tienen una fragilidad emotiva impresionante, no por culpa de sus profesores sino de las muy rápidas transformaciones económicas, sociales y tecnológicas a las que están sometidos? ¿Saben que si la emoción no encuentra el vehículo de la palabra recurre al gesto: gesto truculento de amor y gesto truculento de violencia?
Pero ¿quién debió enseñar a estos muchachos a hablar, a utilizar esa abundante literatura que está a su disposición, donde lo más importante es cómo la emoción encuentra la forma de palabra, de poesía y de sublimación del amor y del dolor? A esa edad, la literatura o es educación de las emociones, o más vale dejarla de lado y poner a los estudiantes frente a una computadora para hacerlos eficientes en esta práctica visual y manual.
Nos damos cuenta de que las emociones explotan en la adolescencia cuando los hijos frenan, si no cierran, la comunicación en la familia y la única salida comunicativa se encuentra en el ambiente escolar, el que debe trabajar sobre estas emociones. Más aún: ésta es su primera tarea, porque sin emociones no se crea ningún interés y sin interés no hay voluntad de aplicación.
Si la escuela expulsa de su ámbito la educación de los sentimientos, la emoción (siempre que no se traduzca de modo trágico) está a la deriva, sin contenidos donde aplicarse, oscilando indecisa entre impulsos de rebeldía y tentaciones de abandono, recalando en lugares tales como el mundo de la discoteca, del alcohol y la droga, aunque sean ejemplos extremos.
Es sabido que no hay aprendizaje sin gratificación emotiva y el descuido de la emotividad es el riesgo máximo que hoy corre un estudiante en la escuela. No se trata de un riesgo menor: porque si la escuela es el ámbito donde se ofrecen los modelos de siglos de cultura, y esos modelos sólo se aprenden como contenidos de la mente sin convertirse en esbozos formativos del corazón, el corazón comenzará a transitar inquieto, cuando no de manera trágica, sin horizonte, en esa nada que ni siquiera el fragor de la música juvenil logra disfrazar.
Cuando hablo de "corazón" me refiero a aquello que en la edad evolutiva irrumpe en la vida con esa fuerza desordenada y generativa sin la cual difícilmente los adolescentes encuentren el coraje de proseguir la empresa. El saber transmitido en la escuela no debe sofocar esta fuerza sino ponerse a su servicio para permitirle una expresión más articulada en términos de escenarios, proyectos, inversiones, intereses. En definitiva, lo que queda es la vida. Y el saber es el mejor instrumento para expresarla.
TENTI FANFANI (Sociologo argentino)
En un colegio italiano un chico de 17 años asesina con una navaja suiza a su ex novia de 16. Este hecho pudo suceder en cualquier institución educativa de muchos países. La violencia en la sociedad es también violencia en la escuela. Pero cuando implica a jóvenes menores de edad el hecho conmociona a la opinión pública. Frente al acontecimiento hay dos posturas radicalmente opuestas. Una es el silencio. La expresa muy bien la vicedirectora del establecimiento italiano (y muchos otros comentaristas) cuando dice lapidariamente: "frente a semejante tragedia, no hay nada que podamos decir". Sin embargo, muchos son los que opinan, interpretan, explican, es decir: construyen el hecho.
El sentido común se inclina a buscar culpables. ¿Quién tiene la culpa? ¿El chico asesino? ¿Sus padres? ¿Las autoridades y profesores del colegio no tienen alguna responsabilidad en el asunto? El tema de la culpa puede llevar a preguntas equivocadas. Tratándose de menores, más que condenar es preciso buscar explicaciones, interpretaciones. Como hecho individual que compromete a personas concretas y únicas es probable que no tenga explicación. Una acción de tal gravedad quizá nunca sea develada en su verdad completa. Siempre estará rodeada de ese fondo de misterio que envuelve a tantas cosas importantes de la vida de los seres humanos.
Pero la violencia juvenil entre pares es también un hecho social. No ocurre sólo una vez; ha ocurrido muchas veces en el pasado, y probablemente vuelva a ocurrir en el futuro. Como fenómeno social se traduce en porcentajes y frecuencias; tiene una lógica, es decir, no es una realidad completamente arbitraria. El análisis social puede encontrar asociaciones, regularidades, factores vinculados, circunstancias típicas. Por eso resultan interesantes otras preguntas como las que al respecto formuló el filósofo Umberto Galimberti* al reflexionar acerca del silencio como actitud típica de los docentes del establecimiento donde ocurrió el hecho. ¿Es posible que los profesores que comparten cada día del año escolar alrededor de cuatro horas con los chicos no lleguen a conocerlos más que como alumnos de sus respectivas materias, sin siquiera intuir qué es lo que tienen o no tienen en su cabeza y en su corazón? Vale la pena reproducir textualmente el razonamiento de Galimberti:
"Los profesores entran a clase. Pero, ¿miran realmente a estos muchachos a la cara? ¿Los miran uno por uno? ¿Los llaman por su nombre? ¿O sólo por su apellido cuando les toman examen?
¿Saben que los jóvenes con los que día a día trabajan tienen una fragilidad emotiva impresionante, no por culpa de sus profesores sino de las muy rápidas transformaciones económicas, sociales y tecnológicas a las que están sometidos? ¿Saben que si la emoción no encuentra el vehículo de la palabra recurre al gesto: gesto truculento de amor y gesto truculento de violencia?
Pero ¿quién debió enseñar a estos muchachos a hablar, a utilizar esa abundante literatura que está a su disposición, donde lo más importante es cómo la emoción encuentra la forma de palabra, de poesía y de sublimación del amor y del dolor? A esa edad, la literatura o es educación de las emociones, o más vale dejarla de lado y poner a los estudiantes frente a una computadora para hacerlos eficientes en esta práctica visual y manual.
Nos damos cuenta de que las emociones explotan en la adolescencia cuando los hijos frenan, si no cierran, la comunicación en la familia y la única salida comunicativa se encuentra en el ambiente escolar, el que debe trabajar sobre estas emociones. Más aún: ésta es su primera tarea, porque sin emociones no se crea ningún interés y sin interés no hay voluntad de aplicación.
Si la escuela expulsa de su ámbito la educación de los sentimientos, la emoción (siempre que no se traduzca de modo trágico) está a la deriva, sin contenidos donde aplicarse, oscilando indecisa entre impulsos de rebeldía y tentaciones de abandono, recalando en lugares tales como el mundo de la discoteca, del alcohol y la droga, aunque sean ejemplos extremos.
Es sabido que no hay aprendizaje sin gratificación emotiva y el descuido de la emotividad es el riesgo máximo que hoy corre un estudiante en la escuela. No se trata de un riesgo menor: porque si la escuela es el ámbito donde se ofrecen los modelos de siglos de cultura, y esos modelos sólo se aprenden como contenidos de la mente sin convertirse en esbozos formativos del corazón, el corazón comenzará a transitar inquieto, cuando no de manera trágica, sin horizonte, en esa nada que ni siquiera el fragor de la música juvenil logra disfrazar.
Cuando hablo de "corazón" me refiero a aquello que en la edad evolutiva irrumpe en la vida con esa fuerza desordenada y generativa sin la cual difícilmente los adolescentes encuentren el coraje de proseguir la empresa. El saber transmitido en la escuela no debe sofocar esta fuerza sino ponerse a su servicio para permitirle una expresión más articulada en términos de escenarios, proyectos, inversiones, intereses. En definitiva, lo que queda es la vida. Y el saber es el mejor instrumento para expresarla.
TENTI FANFANI (Sociologo argentino)
jueves, 7 de febrero de 2008
A UN MES DEL BLOG... GRACIAS POR VISITARNOS!
Gracias Raquel por tus palabras! Me pone muy bien saber que el blog satisface tus expectativas en cuanto a su diseño, imagenes, etc, etc. es la palabra de alguien que de eso sabe mucho, pero por sobre todo que dejaras tu mirada acerca de la actual situación de la niñez y adolescencia y de lo que sentís personalmente al respecto. Consideramos que hacer este tipo de cosas nos reconforta, principalmente cuando poco a poco va logrando su razón de ser, crear conciencia… vos lo dijiste muy bien.
Es increíble pero a un mes de creado el Blog ya nos han visitado desde Alemania, Países Bajos, México, Guatemala, Colombia, Venezuela, España, entre otros, es algo que nos alegra enormemente. Sería interesante compartir información con todos ellos en cuanto a qué acciones se estan desarrollando por los Derechos de los Niños y Adolescentes en sus respectivos países. Lo mismo esperamos de los argentinos que en algún rincón seguramente participan de actividades que revindican estos Derechos Qué les parece? Para nosotros sería un medio más de educarnos, como expresan las palabras de P. Freire al final del Blog, “Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo; los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo” No esperamos grandes ideas, pequeñas acciones pueden convertirse en grandes obras.
Animense!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
MATIAS
Sendra
MAFALDA
Quino
No supo decir no ...Esperando una mano que le abra las puertas. . .
Recuperando la infancia
Recursos pedagogicos
Que hagan al mundo escuchar
